Estación


Llevas el viaje sin pensar el retorno
solo miras pueblos y rostros
que se van como las hojas parduzcas
en el oleaje trémulo y espumoso de tus lejanos ríos

Puedes vivir olvidando que pierdes tres minutos cada día
pero al acecho de la maravilla
en algún otoño del mundo
septiembre te guarda una mujer de ojos perlados
en cuyas manos encontrarás por igual
el inicio y el final de tu camino

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