El Cielo de Esmalte

Luna diurna. 1/1250s, ISO 100. Canon 450D + Celestron 70/400mm. 16-08-2013 Mes a mes la vemos evolucionar en nuestro cielo. Nos sorprende alguna tarde a medio calor o en la presurosa mañana. Baña con su luz tan romántica y siglo XIX las noches de nuestra cotidianidad y sirve de augurio de lluvias, amores (y desamores), sequías, calorones, preñeces y pare usted de contar. Es la Luna, nuestro satélite natural y compañera impertérrita de la curiosidad humana que ha visto en su manchada vez las inusuales formas de su pesadilla o su esperanza y que de cuando en cuando, también logra atrapar al autor de estas líneas para dedicarle algún poema o fotografía. La Luna tiene aproximadamente un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa. Es el único cuerpo celeste en el que el ser humano ha realizado un descenso tripulado (seis, en realidad). Desde la misión del Apolo 17 en 1972, ha sido visitada únicamente por sondas espaciales no tripuladas. Su distancia a la superficie terres